Seguridad Nacional y Deporte

La Seguridad Nacional parece un asunto alejado del deporte y que ambos sólo pueden entroncar bajo el prisma penal con la violencia, la xenofobia, el racismo, el crimen y la delincuencia juvenil, los abusos y el acoso a menores, las agresiones, el amaño de partidos, el dopaje o la corrupción. Sin embargo, el Plan Integral de Cultura de Seguridad Nacional habla de los riesgos y amenazas a nuestra vida, teniendo en cuenta la alimentación, la salud, el medioambiente, la comunicación y la seguridad personal.

Las educadoras y educadores físico deportivos también tienen un importante papel sobre la Seguridad Nacional y la Salud Pública. Porque una población con mejor condición física está más preparada ante epidemias y pandemias, tiene mayor esperanza de vida libre de discapacidad y reduce su mortalidad y morbilidad por causas relacionadas con la inactividad física. Porque si el personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Emergencias optimiza su rendimiento físico y disminuye su incidencia de lesiones está más preparado para la Defensa del Estado, para luchar contra el crimen o para frenar incendios y otras catástrofes. Porque la práctica físico-deportiva es una aliada para prevenir y luchar contra las enfermedades mentales y el suicidio. Y porque la Educación Física en todas las etapas de la vida promueve hábitos saludables que contribuyen a paliar los efectos del cambio climático.

Pero, para que todo esto funcione es necesario el apoyo de los gobiernos, así como de toda la Administración, con el objetivo de evitar la desinformación. Los educadores físico deportivos podemos contribuir a la Seguridad Nacional, pero necesitamos una regulación profesional que ofrezca seguridad a la ciudadanía en todo el Estado.