La obesidad infantil está vinculada a un bajo rendimiento escolar

El trabajo fue presentado durante la Conferencia y Exposición Nacional de la Academia Estadounidense de Pediatría, celebrada el pasado mes de noviembre. En él, se alerta de los niveles de epidemia a los que ha llegado la obesidad infantil en varios países, como Estados Unidos, y las consecuencias de padecer esta enfermedad.

Los expertos analizaron las respuestas de 22.914 padres y cuidadores de niños de diez a 17 años que participaron en la Encuesta Nacional de Salud Infantil 2016 de Estados Unidos. El objetivo de la investigación era determinar la asociación independiente entre el índice de masa corporal (IMC) y cinco marcadores de bienestar general en relación con el desarrollo de habilidades psicosociales y de afrontamiento positivas.

La investigadora Natasha Gill explica que “la obesidad infantil es uno de los mayores desafíos de salud pública que enfrentamos hoy. Sabemos que los niños con obesidad tienen un mayor riesgo de padecer afecciones de salud a largo plazo que pueden durar hasta la edad adulta, y queríamos ver si la obesidad afecta el bienestar inmediato de un niño en relación con el desarrollo de habilidades psicosociales y otros signos”.

Para ello, se analizaron los datos obtenidos sobre variables como el género, el estado de depresión, el promedio de horas de sueño por noche, la exposición media a los medios digitales por día o el nivel más alto de educación de los padres su hijo. Así, les preguntaron si sus hijos mostraban interés en aprender cosas nuevas, si se preocupaban por hacerlo bien en la escuela o si hacían todos los deberes.

Las conclusiones revelan que solo el 27,5% de los niños con obesidad (definidos como un IMC en el percentil 95 o superior para niños y adolescentes de la misma edad y sexo) tenían cinco marcadores positivos. Esto se compara con el 36,5% de aquellos en el rango de sobrepeso (con un IMC igual o superior al percentil 85) y el 39% de los niños con un IMC normal.

Gill concluye que “la relación negativa entre la obesidad y estos marcadores sugiere que, en comparación con los niños con un IMC normal, los jóvenes obesos pueden tener menos probabilidades de desarrollar relaciones saludables, actitudes positivas y responsabilidad e interés en el aprendizaje. Se ha demostrado que los marcadores individuales de florecimiento permanecen igual a lo largo del tiempo como la personalidad de una persona, por lo que puede ser importante monitorear estos marcadores en la infancia para asegurar un desarrollo óptimo hasta la edad adulta”. 

Para acceder al estudio (en inglés), pinche aquí.